Bob Esponja se despierta una mañana, detiene su despertador, y mira por la ventana. Le pregunta a Gary si alguna vez se ha preguntado qué hace Patricio cada mañana. La escena pasa a Patricio durmiendo en una silla en su casa. Su despertador suena y se sobresalta. Se esconde y se da cuenta de que es algo que ocurre todos los días. Entonces, el despertador sigue sonando y Patricio dice que se acabó la broma. Su persistente sonido enfurece a Patricio, lo que le lleva a atacar la lámpara y romperla por la mitad.
Luego dibuja la cara de Bob Esponja en su almohada y coloca su ropa interior sobre ella para representar a su mejor amigo, Bob Esponja. Le pregunta a Bob Almohada por el ruido y entonces la almohada cae sobre el despertador.
Entonces, llega la hora del desayuno. Va a la nevera y de ella salen muchas latas de Coral Enlatado. Patricio piensa que no tiene nada que comer, pero se da cuenta de que la comida está en la lata, así que coge un plato y le pide a la lata que le dé algo de comida, pero, al ser insensible, la lata obviamente no responde. Patricio intenta abrirla y se frustra, así que la lanza y cae sobre el despertador, haciendo que la comida salga de él.
Patricio coge la comida y se sienta a ver la televisión. Se come el coral, pero vuelve a sonar el despertador y se da cuenta de que llega tarde. Corre escaleras abajo, pero tropieza con la lámpara rota y se cae por las escaleras. Se estrella con su tocador y se pone los pantalones cortos.
Luego, se cae de nuevo y pasa por su baño y coge su cepillo de dientes. Luego, después de algunas travesuras, Patricio sale de su roca y Bob Esponja le pregunta sobre su mañana. Patricio dice que acaba de tener otra mañana normal, mientras el episodio termina.