Don Ramón sale de su casa para preguntarle a la Chilindrina dónde quedó la plancha, por accidente le revela que se la prestó al Chavo para matar insectos, pero a final de cuentas Don Ramón se la quita. El Chavo está matando insectos con gasolina después que Don Ramón le quitó la plancha. Doña Cleotilde le cocina pasteles a Don Ramón (como siempre con la esperanza de enamorarlo) para quitarle el mal sabor de boca. Al final Don Ramón se bebe la botella de gasolina del Chavo y se fuma un puro que Doña Cleotilde le regaló y a final de cuentas explota.