El Chavo y Quico están jugando fútbol en el patio de la vecindad, pero cuando llega el Señor Barriga, le dan un pelotazo. Para no recibir más pelotazos, el Señor Barriga decide prohibirle a los niños que jueguen fútbol en el patio, y pone un cartel. Al final, el Chavo y Quico juegan a los atropellados, y los adultos creen que el Chavo ha sido atropellado. Finalmente, Don Ramón y el Señor Barriga salen a la calle discutiendo y terminan siendo atropellados por un camión.