Don Ramón llega a su casa caminando sigilosamente por el patio para sacar una alcancía que tenía guardada. Cuando está a punto de romperla, tocan la puerta de la casa y termina rompiendo un plato. Era el Chavo, quien estaba pidiendo dinero por los Santos Reyes. Como esa fecha ya había pasado, Don Ramón le dijo que debería tener vergüenza, pero el Chavo se la aguantaba. Luego Don Ramón dijo no tener dinero, pero finalmente le mostró la alcancía diciendo que llegó a tiempo para evitar malgastar el dinero. El Chavo volvió a pedir dinero, pero en lugar de ello Don Ramón le sugirió que junte cascos de botella y que se los venda al señor de la tienda de la esquina, y el Chavo salió de la casa. Luego se encontró a Quico, quien tenía una torta de jamón y le preguntó si quería pero el Chavo se la pensaba, ya que siempre que le preguntaban por ello le decían «Compra», pero al final cayó en la trampa. A ello, el Chavo le respondió que sabía una forma de ganar dinero para comprar las tortas que quisiera, pero no se la dijo y después de que Quico dijo «Come torta», el Chavo se la quitó y se fue corriendo, y Quico se puso a llorar.
Quico ve al señor Barriga con un casco de fútbol americano, se ríe y le dice que le pegue y Quico lo golpea, el señor Barriga cae al suelo y el Chavo lo golpea por la espalda, Quico le pide a Doña Florinda dinero para comprar un millón de tortas de jamón, Don Ramón le regala una alcancía al Chavo y junta un dineral y el señor Barriga le regala el casco de fútbol americano, El Chavo y Quico cuentan cuanto dinero tienen y Quico se equivoca y confunde la alcancía con el señor Barriga, Don Ramón esconde la alcancía del señor Barriga y el Chavo se la encuentra, Don Ramón forcejea con el Chavo y golpea al señor Barriga, rompiendo la alcancía, el episodio finaliza con el Chavo y Quico recogiendo todo el dinero.