Mientras Quico ordena sus juguetes para ir a acostarse, llega el Chavo está llorando porque no pudo vender alguno de los billetes de lotería que tenía. Don Ramón, luego de intentar consolarlo, le pregunta a Quico, que le explica la situación. Decide entonces quedarse con los billetes y promete pagarle, pero no le paga al Chavo. Al día siguiente, Don Ramón se encuentra con el Señor Barriga que intenta cobrarle la renta, pero cuando ven el periódico, se sorprenden al ver que el número aparece como reintegro, esto quiere decir que es el ganador de un millón doscientos mil pesos (una verdadera fortuna en México). El billete se pierde hasta que lo encuentran en uno de los zapatos de Don Ramón. El Chavo, sin embargo, se acuerda que el billete es para el sorteo del día siguiente, esfumando toda la alegría de Don Ramón.
