El Chavo del 8 1974 02×15 El hombre invisible

El Chavo y Quico están buscando al hombre invisible por el patio de la vecindad, ya que lo habían visto en un episodio del Chapulín Colorado por la televisión. Luego confunden a Don Ramón con el hombre invisible, y después de que los niños le contaran lo que hacían, él les sigue la corriente dándoles una fórmula para hacer que las cosas se vuelvan invisibles, y se fue disimulando la risa. Esa fórmula consistía en una mezcla de aceite de ricino, vinagre, tintes de ajo molidos, salsa picante, mostaza y tres pelos de gato. Quico se fue a traer varios de los ingredientes a su casa y el Chavo se fue a buscar los pelos de gato.

Quico combinó los ingredientes en una taza y el Chavo regresó con varios arañazos de gato en los brazos, pero sin los pelos de gato, por lo cual ellos tuvieron que preguntarle a Don Ramón si la fórmula hacía efecto sin aquellos pelos, a lo que él respondió que eran sólo para darle gusto. Quico probó un poco de la «fórmula», y al no sentir cambio alguno volvió a ingerir, pero no le sentó bien y salió de la casa a vomitar. Cuando el Chavo volteó y vio que Quico ya no estaba, creyó que se había hecho invisible, y dejó la taza en la mesa. Don Ramón agarró dicha taza e ingirió la «fórmula» sin querer y se fue a la cocina a vomitar. El Chavo volteó y creyó que Don Ramón también se había hecho invisible, y se fue renegando. Luego oyó a Quico hablar, y tenía ganas de golpearlo, pero el Señor Barriga, que venía a cobrar la renta, recibió el golpe. Luego de ver y oír las explicaciones de los niños, se dirigió a la casa de Don Ramón, pero él se fue rápido.

Cuando el Chavo se amarraba las agujetas de su zapato, le cayó una envoltura de cigarros que había arrojado el Señor Barriga desde la escalera después de prender un cigarro, lo cual hizo que siguiera buscando al hombre invisible. Luego confundió al Señor Barriga con dos hombres invisibles al tocar atrás, debido a su contextura. Luego él le ordenó al Chavo ir a ver la hora, y se fue; asimismo, le dijo a Quico que le rasque la espalda hasta que llegó Doña Florinda, quien le encargó a su hijo botar la basura en el tacho de la calle. En eso, ella le pagó la renta al Señor Barriga y se fue. Él, mientras tanto, intentaba rascarse la espalda, pero el Chavo lo golpeó por detrás ya que pensaba que el hombre invisible le estaba torciendo el brazo, y le pidió 20 centavos por «salvarle la vida», a lo cual el Señor Barriga no hizo caso y se fue. Entonces el Chavo le contó a Quico lo que hizo, y fue a preguntárselo al Señor Barriga. En eso, Don Ramón venía pasando, llevándose la cubeta en la que Quico llevaba la basura para pintarla. Finalmente Quico volvió, diciendo que él también le había «salvado la vida» al Señor Barriga, pero de un macetazo en la cabeza. y Quico dice : ¡Quico, Quico, ra ra ra!

Mientras Don Ramón pintaba la cubeta de amarillo, Doña Florinda le preguntó a Quico por ella. Al principio no sabía que decir, pero luego le dijo a su mamá que la iba a traer enseguida. Cuando Don Ramón terminó de pintarla, la puso en la ventana de su casa para que la pintura seque, pero cuando Doña Florinda se dio cuenta no dudó en llevársela a su casa. Y cuando el Chavo y Don Ramón voltearon, pensaron que la cubeta se había hecho invisible, y Don Ramón se fue a buscarla al otro patio. Luego Quico regresó llorando, ya que no encontraba la cubeta, y el Chavo le dijo que se había hecho invisible debido a la pintura, y le pidió 20 centavos si se quería hacer invisible. Quico aceptó, y ambos entraron a la casa de Don Ramón para hacerlo. Luego de pintarle el rostro a Quico, el Chavo lo acercó a la ventana, pero él avanzó y se cayó para afuera, y el Chavo creyó que se había hecho invisible. Entonces, él decidió llevarse la cubeta y la brocha para hacerse invisible, y encontró a Quico que se levantaba del suelo, y también llegó Don Ramón, quien se asustó de ver a Quico con la cara pintada, y después de oír al Chavo decir lo que habían hecho, le arranchó la brocha, cayéndole un poco de pintura al Señor Barriga, quien estaba atrás. En eso Doña Florinda llegó, y al ver a su hijo con la cara pintada, le dio una cachetada a Don Ramón, y ella y Quico se fueron. Luego Don Ramón le explicó al Chavo que la pintura era común y corriente, y el Chavo la usó para pintar por atrás al Señor Barriga para hacer visible al hombre invisible, pues pensaba que éste último le estaba torciendo el brazo de nuevo. y en los creditos finales El Señor Barriga tiró su maleta y se puso a perseguir al Chavo con ayuda de Don Ramón. Éste lo atrapó y el Señor Barriga le dio palmadas al Chavo con la brocha, pintándole el trasero, hasta que pudo zafarse y correr. Luego el Señor Barriga lo atrapó y Don Ramón le dio palmadas con la brocha, pero se volvió a zafar y el Señor Barriga cayó al suelo.

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