Tras cumplir Don Ramón 15 meses de renta atrasada, el señor Barriga se cansa y decide echarlo de la vecindad. Esto provoca que el Chavo y Quico se enojen, pero en cambio Doña Florinda se pone contenta con la noticia. Don Ramón, dándose por vencido, cree que ya es hora de que se vaya de su casa, y les pide al Chavo y Quico que lo ayuden a empacar sus cosas, pero ellos no hacen más que ocasionar destrozos, aunque por accidente. Pero, luego, el Chavo y Quico encuentran un álbum de fotografías de don Ramón, y descubren que él una vez había sido boxeador. Más tarde, don Ramón decide contarles a los niños sobre sus tiempos de boxeador, pero ellos malentienden varias cosas. Luego, llega el señor Barriga, pidiéndole a don Ramón que se apurara porque tenía que poner el letrero de «se renta» en su vivienda. Sin embargo, entre las pertenencias de don Ramón, el señor Barriga descubre el álbum de fotografías, descubriendo de esta forma que don Ramón fue boxeador. Entonces, tras observar todo esto, se arrepiente de haberlo corrido de la vecindad y le dice a don Ramón que ahora es él quien «le debe la vida». También, le permite quedarse en su casa diciéndole que ya no le debe ni un solo centavo. Al final, el Chavo y Quico se ponen felices tras saber eso y comienzan a tirar todo por la casa.