Don Ramón invita al Chavo a desayunar en su casa, el profesor Jirafales le regala a Quico unas pelotas y raquetas de ping pong y Ñoño se ofrece para traer la mesa de su casa. El Chavo piensa que las raquetas son paletas y las lame. Luego Quico le enseña al Chavo a jugar ping pong, pero accidentalmente golpea la bolsa con los huevos del desayuno y este se fue a llorar al barril. Los niños anuncian la segunda parte para la próxima semana.