Como ustedes recordarán, Don Ramón había invitado al Chavo a desayunar. ¡Y para que no se le escapara tan brillante ocasión, El Chavo se pasó la noche entera a la puerta de Don Ramón! Pero la Chilindrina fue a comprar los huevos para el desayuno, ¿y qué pasó?
La Chilindrina compra varios huevos para el desayuno del Chavo, mientras este, Quico y Ñoño juegan al Ping Pong, pero los huevos terminan rompiéndose, pues son confundidos con las pelotas.