El Chavo del 8 1975 03×25 El reventón de globos

La Chilindrina estaba en el otro patio recortando una foto de su papá para una tarea de la escuela, cuando llegó Quico para presumirle su globo, y en respuesta ella cortó el hilo del globo con las tijeras, y él se fue a llorar a la pared del patio principal. Cuando el Chavo lo encontró llorando, le preguntó el motivo, pero no se lo quiso decir, así que se fue equilibrando su escoba con una mano al otro patio hasta que esta se le cayó por mirar un globo atorado en un tendedero. Cuando la Chilindrina se dio cuenta, dijo que el globo era suyo, y le pidió al Chavo que le ayude a bajar el globo a cambio de media torta de jamón. Después de pensar un poco, ella le sugirió que use el barril para alcanzar el globo y fue al patio principal a moverlo. Quico regresó para presumir a la Chilindrina del dinero que le daría su madre para comprar otro globo, y se volvió a ir. En eso llegó Ñoño, y él junto con la Chilindrina encontraron al Chavo subido en los bordes del barril. Él se tuvo que bajar para empezar a mover el barril, pero Ñoño se interpuso, su pie quedó lastimado y se puso a llorar. Luego Doña Florinda llegó y cuando el Chavo le contó lo sucedido, ella se molestó con él porque le parecía poco el pisotón, y dijo que el barril era un «objeto contundente», pero se fue al ver que los niños no la entendían. Ñoño también se fue, y el Chavo aprovechó para mover su barril, pero terminó haciendo caer a Don Ramón, quien venía leyendo el periódico, este último le dio un coscorrón y se metió a su barril mientras lloraba.

La Chilindrina convenció al Chavo para que vuelva a mover el barril, y Quico salió de su casa para comprar sus globos, pero se tropezó con el barril, preguntó por qué el barril estaba de esa forma, pero cuando el Chavo le iba a explicar, la Chilindrina se puso a cantar para que Quico no sepa nada, pero cuando ella dijo que Quico se iba a comer la torta de jamón, él la tiró al suelo, y el Chavo lo persiguió para darle un escobazo, pero quien lo recibió fue Ñoño, quien debido a ello se metió en la pelea. Don Ramón salió de su casa para intentar detenerlos, pero también recibió un escobazo. Doña Florinda también salió de su casa y después de escuchar a su hijo, persiguió a Don Ramón abofetearle, pero el barril lo salvó temporalmente. Ñoño se fue llorando, ya que lo compararon con el barril. Luego Don Ramón se puso a reir después de enterarse de que ella llamó al barril «objeto contundente» y que era una mensa. Luego el Chavo recibió un coscorrón por burlarse de la abuelita de Don Ramón, este se fue. La Chilindrina volvió a convencer al Chavo para que vuelva a mover el barril con la otra mitad de la torta de jamón. Cuando el Chavo terminó de llevar el barril al otro patio, él y la Chilindrina se pusieron a averiguar la forma de acomodar el barril de tal forma que él pueda alcanzar el globo, pero cuando ya iba a bajar el globo, Quico los descubrió y golpeó al Chavo en la cara, haciendo que él lo persiga para darle patadas, pero Ñoño se interpuso de nuevo, y Quico se fue a avisarle de todo a su mamá. Luego, Don Ramón se subió al barril y bajó el globo, pero cuando él se bajó del barril, Doña Florinda ya estaba allí, le quitó el globo y le dio otra bofetada. Cuando Quico le iba a hacer «Chusma, chusma», dejó el globo a un costado, pero este se elevó, y cuando él se dio cuenta, se fue a llorar a su pared.

Después de regresar el barril a su lugar inicial, la Chilindrina se negó a darle la media torta de jamón al Chavo, y él le quitó las tijeras. Ella iba a acusarlo con su papá, pero él amenazó con contarle la verdad de todo, y ella cambió de opinión. Luego Quico llegó para presumir el nuevo globo que se había comprado, y también llegó Don Ramón con otro globo, para dárselo a su hija, y él se volvió a ir. Luego Quico y la Chilindrina discutían de quién era el globo más inflado, y el Chavo mencionó a Ñoño, confundiéndolo con un globo. Luego de comparar su contextura con el Anillo Periférico, Ñoño le dio de panzazos al Chavo por reírse de él, y se fue diciendo que iba a comprar un globo mejor. Y cuando le preguntaron al Chavo por el globo más inflado se puso a reventar los globos de sus amigos sin querer, haciendo que ellos se pongan a llorar. Don Ramón salió de su casa preguntando por las tijeras, y la Chilindrina aprovechó para culpar al Chavo, y mientras él explicaba todo, reventó el globo de Ñoño, quien también se puso a llorar. Luego llegó Doña Florinda para abofetear a Don Ramón creyendo que él hizo llorar a los niños, y se fue dándole más dinero a Quico para sus globos. Don Ramón le quitó las tijeras al Chavo y le dio dinero a su hija para sus globos y para que no llore. Pero luego Don Ramón golpeó nuevamente al Chavo por burlarse de su abuela de nuevo y se fue sin las tijeras. Luego Quico y la Chilindrina regresaron al patio con todos los globos que compraron, discutiendo entre ellos. El Chavo aprovechó que estaba en el barril para reventarlos todos, y así lo hizo, y Quico y la Chilindrina se pusieron a llorar. Luego Ñoño volvió con otro globo, preguntando por qué lloraban, pero el Chavo salió de su barril y con la tijera reventó a Ñoño como si fuera un globo, dejando únicamente su overol.

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