Como el televisor de Don Ramón está descompuesto, los niños deciden ver el partido de fútbol en la casa de Quico. Sin embargo Doña Florinda no está de acuerdo y bota a los niños y a Don Ramón de la casa. Después, Quico se pone a «escuchar» el partido de fútbol en su pequeño radio de transistores. Luego de una discusión con el Chavo, él le quita el radio a Quico y se lo lanza, haciendo que se lo trague.