Quico está enfermo y Doña Florinda manda a la Chilindrina a la farmacia a comprar las medicinas. Mientras eso, el Chavo le hace compañía y él y Quico juegan hasta que, al final, este último le pide al Chavo y la Chilindrina que tire todos los remedios, pues tiene un gusto horrible, y por eso, no quiere tomarlos.