Quico está jugando béisbol, pero termina rompiendo de un pelotazo los vidrios de la casa de Don Ramón, y por eso, el Señor Barriga le dice a Quico que Doña Florinda tiene que pagar. Al mismo tiempo, los niños de la vecindad rivalizan para ver quién logra tener más estampitas para su álbum. Luego, al Señor Barriga se le cae una fajilla de dólares y cuando el Chavo la recoge, cree que son estampitas repetidas. Al final, el Señor Barriga encuentra la fajilla y termina premiando al Chavo con otro álbum de estampitas lleno y la torta de jamón que se comió.