Para poner fin al misterio de los platos desaparecidos, doña Clotilde organiza la sesión espiritista en casa de don Ramón. Pero los niños antes de que se lleve a cabo la sesión espiritista encuentran el sombrero de Don Ramón dentro del barril, lleno de harina y regresan a devolvérselo pero al ver a Doña Clotilde, se asustan y se esconden en varias partes de la casa, y se asustan más al escuchar todo lo que ocurre durante la sesión.
Grande chavo bravisimo.