El Chavo tiene que comprar algunas cosas en la venta de la esquina. Mientras eso, Doña Cleotilde, que está cuidando de su sobrina, se enoja, pues Doña Florinda coloca un cartel que prohiben los animales y los niños pequeños.
Don Ramón muestra su lado más humano y es que se hace cargo de la sobrina de doña Clotilde, pensando que es una niña abandonada, luego de recibirla en lo que él pensaba, era la canasta del mandado.
Es una regrabación del episodio del mismo nombre de 1973.