Luego del accidente ocurrido en el episodio anterior, Don Ramón debe recuperarse en su casa y Doña Cleotilde, demostrando su gran corazón, se ofrece en comprarle algunas cosas de la tienda, El Chavo intenta simular que fue atropellado para conseguir comida. Para eso Quico decide llenar al Chavo de salsa de tomate para que así Doña Cleotilde crea que lo atropelló un camión y le dé de comer…
El «juego» de los atropellados continúa y todos en la Vecindad creen que ahora el accidentado es el Chavo, por lo que don Ramón se ofrece para juntar dinero para sus «actos fúnebres», hasta que descubren lo contrario.