El Chavo, Quico y la Chilindrina juegan con los clavos y las tachuelas y el señor Barriga las pisa descalzo.
Don Ramón continúa trabajando, pero descuida sus herramientas y a los niños de la Vecindad se les ocurre jugar a que son zapateros, sin medir las malas consecuencias que traerán.