El Chavo tiene insomnio y no consigue ponerse de pie, haciendo que el Señor Barriga y Don Ramón se tropiecen en él. Después que la Chilindrina despertó al Chavo, Quico tiene la idea: jugar a los encantados y cuando Don Ramón se da cuenta de que Quico está «encantado», aprovecha el momento para pellizcarlo, pero por error pelliza al Señor Barriga y en respuesta él le da un golpe y se le tira encima, dejando a Don Ramón aplastado. Cuando la Chilindrina percibe todo lo que hizo el Señor Barriga a Don Ramón, llora.
El pobre Chavo no puede evitar quedarse dormido en cualquier lugar y momento, ya que la noche anterior no logró dormir nada. Esto ocasiona algunos problemas con sus amigos.