Doña Florinda se niega a pagarle la renta al Señor Barriga porque en su casa hay goteras. Los niños le ayudan a sacar el agua de su casa tirándola por todos lados y mojando a todos.
El techo de la vivienda de doña Florinda necesita reparaciones de forma urgente y es que está lleno de goteras y con el agua que recolectan, los niños ven una opción de juego.