Continúan las aventuras de don Ramón con este particular empleo y en esta oportunidad, los niños aprovechan que encuentran una bola de boliche y la utilizan para jugar en la Vecindad. Más tarde, el Señor Barriga se interesa por la bola de boliche que Don Ramón está vendiendo y solventa obtenerla, a cambio de algunos meses de renta.
Aún por medio de su trabajo, don Ramón logra conseguir una bola de boliche, misma que utilizan los niños para realizar unos juegos y al mismo tiempo y sin querer, ocasionar accidentes.