Estoy amurrao, aburrío, cansao.
Me llevan en auto apretao, obligao
a ver a un tío que es un viejo curao
con el pañal mojao, con el poto arrugao,
con la calefa fuerte como pato asao.
Ao…
Quiero un helao, pero sólo hay colao.
Miro el paisaje, pero está nublao.
Quiero dormir, pero estoy desvelao.
Quiero escapar, pero estoy amarrao
como mono enjaulao.
Ao…
Tranquilo, hijo, ya vamos a llegar.
Tu tío nos espera, será espectacular.
Está tu primo Milton, con él podrás jugar,
sé que es un pelmazo y huele a orangután.
Espérate a llegar a ese lugar.
Chupo mi chupete, lo encuentro salao.
Me ponen un terno, parezco finao.
Me peinan el pelo y quedo peinao.
Mi mamá me habla, me tiene choreao,
no sé que comió, pero huele a pescao.
Ao…
Tranquilo, hijo, no desesperes más.
Debes estar tranquilo, tienes que descansar.
Te paso una bolsa si quieres vomitar.
En sólo un par de horas nos vamos a bajar.
Espérate a llegar a ese lugar.
Mejor estaría en mi casa echao
jugando al emboque o haciendo un asao,
pero soy un niño y estoy obligao
a hacer lo que dicen mis viejos pesao’.
Que injusta es la vida, me siento frustrao.
Déjenme tranquilo, que estoy amurrao
como gato encerrao, ao…
Tranquilo hijo, que ya no falta nada.
Te espera una olla llena de carbonada.
Si tú quedas quieto, te compro una empanada,
puede ser de almeja o rellena con manjar.
Espérate a llegar a ese lugar.
Se acaba el camino, ya hemos llegao.
Se me hizo eterno. El viaje ha acabao.
No siento las piernas y el cuello doblao.
Me muero de sueño y estoy destrozao.
Me quedo dormido, esto ha terminao.
¡Ao!