Futurama 06×19 Yo, Leela

Leela visita el Orfanatorio Cookieville para una sesión de narración de cuentos para los niños huérfanos, pero no había libros, así que Leela tuvo que inventarse uno pero no se le ocurrió ninguno y contó una historia absurda. Leela les dijo que llevara una nueva historia para contarles, al intentar crearse un cuento, sus compañeros hacían demasiado ruido y no se concentraba, Leela lleva la nave de Planet Express y se va un planeta tranquilo. Ella regresa a la orfanatorio con su historia, al mismo tiempo que Abner Dobletrato, consejero delegado de la cadena de televisión Tickleodeon, viene de lanzar nueva televisión de muestra a los niños.


Luego los huérfanos disfrutaron la nueva historia de Leela, llamada Rumbledy-Hump, lo que provocó que Doubledeal persuada a Leela para escribir una serie educativa de televisión para niños basado en su historia. Rumbledy-Hump, que se filmó en el edificio de Planet Express y fue realizado por Leela y la tripulación, rápidamente se convierte en una franquicia exitosa. Después de su espectáculo gana en los Young People’s Choice Awards, y Leela se empieza a comportarse muy ególatra y comienza a tratar con desprecio a sus compañeros de trabajo. Ella toma la nave de Planet Express y se larga a su lugar tranquilo para escribir más episodios, pero se sorprende cuando Bender se entromete, después de haberse acostado con una fembot que es en realidad una silla masejeadora. El «lugar tranquilo» es en realidad un planeta desconocido llamado «Rumbledy-Hump», habitado por los verdaderos Humplings, de ahí Leela escribía los guiones de los episodios acerca de lo que ellos hacían. A pesar de estar de acuerdo para dar la mitad de los ingresos de Bender del show a cambio de mantener el secreto, Leela se empieza a tormentarse por sentir la culpa sobre el crédito por el estilo de vida de los Humplings. Tras no aguantar más, Leela lleva la tripulación, a Doubledeal y a los huérfanos al planeta Rumbledy-Hump y confiesa su engaño, haciendo que los huérfanos se decepcionen de Leela. Doubledeal se aprovecha de la situación y empieza la filmación de los verdaderos Humplings, y luego, Doubledeal adopta a todos los huérfanos para que trabajen como su equipo de filmación y él le paga a los Humplings con unos centavos pero ellos se alegran. Esto resulta muy beneficioso tanto para los Humplings como para los huérfanos, porque ya fueron adoptados. Leela se horroriza de que ella es capaz de salirse con la suya haciendo un mal ejemplo para los niños y se desespera con los Humplings y con la alegría los niños, quienes expresan su gratitud hacía ella.

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