Mientras visitan el Ayuntamiento de Dimmsdale en un recorrido, a Timmy y Vicky se les muestra la mascota de la ciudad, Brincos la Cabra. Después de ver lo deprimido que se ve, Timmy desea que Brincos sea liberado. Los guardias ven a Vicky jugando con Timmy y notan que Brincos no está. Arrestan a Vicky y la llevan a la cárcel. Al principio, Timmy celebra esto, especialmente después de ser nombrado héroe de la ciudad y elogiado por todos, incluidos sus padres. Sin embargo, no mucho después la culpa comienza a instalarse y Timmy no puede dormir sin tener pesadillas. Timmy debe confesar su mentira o vivir en la culpa y sin dormir para siempre: un problema que empeora cuando Timmy comienza a hacer deseos peligrosos mientras duerme que Cosmo y Wanda deben conceder.