En un partido de béisbol, Homero consigue animar al público y hacer que los Isótopos ganen el juego. Homer se convierte en la mascota del equipo y éste comienza a ganar todos los partidos. Como resultado, es promovido para ser la mascota del equipo de Capital City. Los Simpson se mudan a Capital City, pero Homero no consigue animar al público, por lo que es despedido y vuelve a su ciudad.