Los Simpson van a un nuevo restaurante japonés, donde Homer decide comer Fugu, el cual es venenoso si no se corta cuidadosamente. El fugu que come Homer no había sido cortado correctamente, por lo que es llevado al hospital, donde le dicen que sólo tiene 22 horas de vida. Homer elabora una lista de las cosas que quiere hacer, y pasa su último día con sus hijos y enmendando las cosas con su padre. Homer acepta que va a morir, pero finalmente resulta que el pez no estaba envenenado, por lo que se salva y jura que desde ese día disfrutaría su vida al máximo.