El abuelo se enamora de una mujer llamada Beatrice Simmons. En el cumpleaños de Bea, Abraham intenta pasar el día con ella, pero Homer lo obliga a ir a un refugio de vida salvaje. Esa noche, Bea muere, y el Abuelo culpa a Homer por impedir que pasara los últimos momentos junto a su amada. Después del funeral, el Abuelo hereda los bienes de Bea, 106.000 dólares. El fantasma de Bea se le aparece al Abuelo y le dice que debe perdonar a Homer y donar su dinero a obras caritativas.