Cuando Lisa necesita una lengüeta de saxofón para un recital en la escuela, se lo pide a Homer, quien se compromete a comprarlo. Después de romper esa promesa, él intenta recompensarla con lo que Lisa siempre había querido, un pony llamado Princesa. Para mantenerlo, Homer necesita conseguir otro empleo. Lisa, al ver lo que Homer debe hacer para pagar por el caballo, decide venderlo.