Homer empieza a pasar los domingos con Lisa después de descubrir su habilidad para adivinar qué equipo ganaría en el fútbol americano. Cuando Lisa descubre que su padre solo la había utilizado para ganar apuestas, se niega a hablar con él. Finalmente, decidiendo apostar su suerte a un último partido, Lisa decide que, a pesar de todo, ama a su padre.