Mientras limpia la casa, Bart ganó un concurso en la radio y elige un premio de broma, un elefante, en lugar del premio real, diez mil dólares. La estación de radio finalmente consigue el elefante para Bart, el cual se llamó Stampy. Cuando mantener al elefante se vuelve muy caro, Homer decide vendérselo a un traficante de marfil en lugar de llevárselo a un refugio para animales. Bart trata de huir con Stampy, pero el elefante escapa. La familia lo persigue y finalmente lo encuentra, y Homer acepta dárselo al refugio.