Bart se enamora de la hija del Reverendo Lovejoy, Jessica, pero sus intentos de impresionarla fallan. Tras jugarle una broma al jardinero Willie, y de ofender a los padres de Jessica durante la cena, ella comienza a interesarse en él. Juntos comienzan una relación, pero Bart decide que Jessica es una mala influencia para él y decide dejar de verla. Sin embargo, en la iglesia Bart se sienta junto a Jessica, quien roba el dinero de las limosnas y lo culpa por el crimen, y todos piensan eso. A la semana siguiente, Lisa le dice a la congregación quién había sido la ladrona, y sugiere revisar la habitación de la niña. El dinero es hallado escondido bajo la cama de Jessica, y ella admite el crimen.