Homer finge su propia muerte para salvarse de trabajar un sábado y más tarde es obligado a ir a verificar que continúa vivo. El empleado le revela que su madre está viva, pero Homer no le cree y va a ver la tumba de su madre para probarlo. La tumba en realidad le pertenece a Walt Whitman, y Homer finalmente se encuentra con su madre. Luego, la lleva a su casa a conocer a su familia, pero no quiere contar dónde había pasado los últimos 27 años. La familia finalmente la obliga a revelar su secreto: había sido parte de un grupo de hippies radicales durante la década de 1960, y desde entonces estaba escapando del Sr. Burns y del FBI. Burns más tarde descubre dónde está Mona, por lo que ella se ve obligada a volver a esconderse.