En un intento de mostrarles a sus hijos como es, Homer lleva a Bart y a Lisa al festival musical Hullabalooza, en donde es contratado como un fenómeno que puede resistir golpes de balas de cañón. Como resultado, Homer se va de gira con el festival y repentinamente adquiere fama. Cuando el festival llega a Springfield, a Homer comienza a dolerle el estómago y es enviado a un médico, quien le advierte que si recibe un cañonazo más, podría morir. Homer descarta la noticia, ya que no quiere perder su popularidad. Al principio decide hacer su trabajo, pero en el último segundo se arrepiente y esquiva la bala. Es despedido del festival y deja de ser respetado por sus hijos.