Profesores y compañeros,
mi drama les quiero contar:
tengo que venir al colegio
pero no me gusta estudiar.
No entiendo nada de letras,
los números me dan igual
y si me preguntan de historia
yo les digo: “al diablo, Vietnam”.
Pero hay algo que vive en mi cuerpo
y que nunca podré controlar,
son mis pies que me queman por dentro
y que sólo me piden bailar.
Nunca un siete me voy a sacar.
Por qué no ponen sietes por bailar en la escuela.
El psicólogo dijo “dislexia”,
el cura, “semilla del mal”,
los padres que soy “mala junta”
y el rector sólo me quiere echar.
Yo no quiero ser niño problema,
sólo quiero de curso pasar,
salir como sea del colegio
y por una moneda bailar.
Que mis pasos me lleven muy lejos
hasta el centro de la capital,
que las notas las ponga la gente
cuando vea mis piernas volar.
Nunca un siete me voy a sacar.
Por qué no ponen sietes por bailar en la escuela.
Nunca un siete me voy a sacar.
Por qué no ponen sietes por bailar en la escuela.
«¡Muy mal, un uno!»