La madre de Phineas y Ferb se va a casa de la madre de Isabella en un día de lluvia. Buford pregunta qué pueden hacer y Baljeet propone que hablen de sus sentimientos. Tras una conversación entre ellos dos, aparece Irving que propone jugar al escondite. Este se presenta a Phineas y Ferb enseñándoles imágenes de sus creaciones. Phineas decide que para jugar al escondite es mejor volverse pequeños.
Mientras, Perry se encuentra en su guarida. El Mayor Monogram le muestra unas llamadas teléfonicas de Doofenshmirtz el cual dice que está siendo malo y necesita que Perry vaya a detenerle.
Phineas y Ferb terminan de construir el aparato y ellos y sus amigos ponen sus manos sobre él y se vuelven pequeños. Estos comprueban lo divertido que es ser pequeños mientras suena la canción «Si muy chico estás».
Mientras, Perry llega a casa de Doofenshmirtz el cual le dice que ha estado reciclando mal y que es muy malo. A continuación conduce a Perry a la salida de su casa y le coloca un aparato.
Candace aparece y ve el invento de Phineas y Ferb y deduce que lo han hecho ellos y decide llevárselo a su madre. Mientras, Baljeet se queda atrapado encima de la lámpara. Perry llega a casa y se duerme. Doof activa el aparato que le puso Perry para que vea cual es la dirección de su enemigo para ir a molestarle. El aparato se encuentra con los chicos y Doof cree que ha cambiado la frecuencia y pierde el control de este.
Tras una lucha, Phineas y sus amigos logran vencer el aparato y Ferb lo modifica para recoger a Baljeet e ir a casa de Isabella. Estos se encuentran con Candace que se había vuelto pequeña por accidente y van a casa de Isabella. Mientras, Perry destruye un resto del aparato de Doofenshmirtz.
Phineas y sus amigos recuperan su tamaño normal y Candace corre en búsqueda de su madre para enseñarle el aparato pero Doof pulsa el botón de autodestrucción de su invento para intentar afectar a Perry causando así la destrucción del invento de Phineas y Ferb. Al volver, Candace ve que el invento ha desaparecido y se queda desesperada.
